El lado oscuro del marketing: cómo la manipulación emocional nos hace gastar más y mal

¿Son las ofertas, cuentas atrás, envíos gratuitos o suscripciones prácticas sospechosas en el mundo de las tiendas digitales? A menudo, estas tácticas comerciales en la red se utilizan para generar una necesidad o sensación de urgencia en los consumidores con el fin de motivarlos o sugestionarlos para realizar compras online.

Estas atentan contra el código de buenas prácticas, que dicta la política de transparencia legal referida al comercio digital. No obstante, más del 80% de los compradores online afirman que las opciones de envío son muy importantes en su experiencia de compra. Y entre estas, el 'envío gratis' se lleva la palma. Los estudios lo demuestran: hacer envíos sin coste potencian las ventas. Es una estrategia de marketing muy poderosa para los ecommerce. Esto nos conduce a compras no conscientes, donde gastamos más y mal.

De hecho, muchos compradores optarán por no realizar la compra si los gastos de envío son muy altos. Cuando los clientes ven algo “gratis” inconscientemente le dan mayor valor. Pero, cabe preguntarse ¿son estos envíos realmente gratis? ¿son  los costes asumidos por la empresa? La respuesta es obvia. ¿Crees que el vendedor te ofrecerá algo a cambio de nada? ¿Asumirá por ti el coste del envío? No podemos perder de vista otro dato, el hecho de que los gastos de transporte de los pedidos en los últimos años han aumentado considerablemente. 

No obstante, aunque habrá excepciones a la regla, cabe preguntarse ¿es loable utilizar estas estrategias para aumentar las ventas y engañar a los usuarios? Para muchas tiendas online es obvio, ya que se trata de pescar a cualquier precio. Aquí el anzuelo es que la visita sea una conversión de venta. El abanico de ‘prácticas oscuras’ es bastante amplio. Se trata de maquillar y manipular la realidad para vender más. Las compañías utilizan estas técnicas para forzar a los consumidores a la toma de decisiones impulsivas y, por supuesto, poco informadas.

Se trata de desviar la atención de lo importante, que en definitiva es el precio final y la calidad del artículo. Si bien el objetivo de cualquier negocio es vender, nos preguntarnos si esto se hace con transparencia y conforme al código de buenas prácticas o de responsabilidad social corporativa. Pero ahí está, y todos los usuarios en mayor o menor medida hemos picado alguna vez, ¿o no es así?

No se trata de ir contra el consumo. Ni ser antisistema. Es cuestión de tomar una postura responsable y admitir que hay normas establecidas con las que no estamos de acuerdo. Es por ello por lo que alzamos la voz, porque consideramos que dentro del sistema actual  hay prácticas perniciosas. Y a esto se une que las empresas están  más interesadas en obtener beneficios que en cuidar o proteger a los consumidores o el medio ambiente.

Es por eso que abogamos por un cambio de consciencia, y planteamos que este debe comenzar por las empresas. Si las compañías aspirasen a la sostenibilidad, en lugar de aumentar su cuenta de ingresos se daría el primer paso. Hablamos de un cambio que dé un giro de 180 grados en el ADN empresarial, un nuevo modelo. Este generaría un impacto positivo en toda la cadena de valor desde la industria al cliente final. A priori puede parecer una apuesta utópica. Pues, no. Ya está en marcha. Se llama RobynGoods y ha llegado para quedarse.

Proponemos un modelo disruptivo. Un modelo que necesita de una transformación profunda del sistema actual. Habrá que reformular esquemas tradicionales de empresas y de usuarios. Es un cambio radical. Se parte de cero. Compañías que ceden beneficios, usuarios que con esos beneficios donan, al tiempo que compran de una forma consciente y con transparencia. Sin engaños y con rigor.

Es aquí donde entra en juego un nuevo concepto empresarial se basa en que compañía integre en su código genético la transparencia, la solidaridad y la colaboración. En un contexto donde todo vale para vender, decir la verdad y desnudar el proceso de compra se convierte por así decirlo en un acto revolucionario.

Este nuevo enfoque se basa en la idea de que las empresas pueden ser rentables cediendo un porcentaje de sus ingresos. Hay muchos datos y comparativas que respaldan este enfoque. De hecho, estudios han demostrado que las entidades que se preocupan por el bienestar social y ambiental, a menudo son más exitosas a largo plazo. Además, cuando las empresas adoptan prácticas éticas, pueden mejorar la satisfacción y lealtad del cliente. También hay ejemplos de empresas que han adoptado prácticas éticas y que han logrado un gran éxito.

En resumen, es importante cuestionar las prácticas comerciales que utilizan compañías para motivar a los consumidores a realizar compras impulsivas. Se debe aspirar a la sostenibilidad y la responsabilidad social. A través de este nuevo enfoque de ADN solidario, las empresas pueden ser rentables y, al mismo tiempo, responsables socialmente, lo que beneficiará a toda la sociedad en su conjunto. Se dará apoyo a otros y el sistema de compra tendrá un valor añadido porque será en beneficio de terceros. Terceros elegidos por los usuarios entre aquellas causas en las que depositen su confianza, y que cumplan taxativamente con la normativa establecida.